Mi viaje comenzó en 1969, cuando a los 9 años, establecí un diálogo con la vida. Uno de ida y vuelta, observaba que mis pequeños actos equilibrados usando el sentido común me llenaba de total satisfacción. Era como un juego. No comentaba en casa porque me parecía que a todos le ocurría lo mismo. A los 14, leía a "El Profeta" de Kalil Gibram, portada del libro que conocí a los 7, lo vi por primera vez en casa de los amigos de mis padres, quien coincidentemente apellidaban como el libro. Martín regalaba "El Profeta" a mi padre en la mesa donde todos comíamos. Dejaron el libro a mi lado y me intrigo la portada. El libro en casa lo tomé 7 años después y me enteréque el sabio Almustafa, personaje central de la historia, hablaba de lo que percibía del mundo, como yo solía hacerlo. A los 16 conocí a Diotima, una pitonisa del Oráculo de Delfos, instruyendo sobre Eros, "El Amor", nada menos que a Sócrates. Confirmaba a esa edad que mi diálogo con la vida y que inicie a los 9 era algo que le ocurría a la gente.

Retorne hace 4 años más o menos al mismo diálogo.

Extiendo esta idea, de dialogar y plantear desde allí canales que unan al ser humano a dos esferas que desconociamos enteramente. Una con la naturaleza y la otra con el cosmos. La gente del mundo desconoce estas cosas, y no se dan cuenta que nos hemos desviado mucho de la razón de vivir. Además del daño a la Naturaleza que puede ser irreversible.

Planteo juntar en diferentes fechas claves a personas de buen corazón, sinceras, que quieran a dar a conocer la realidad a la humanidad con amor y esperanza. Forjando lazos de unidad para que desde nuestra energía balancear las cosas en el planeta. Ahora, extiendo esta idea, invitándote a unirte en este diálogo y misión. Juntos, como colaboradores, haremos eco de este llamado.